¿A qué debo conectar la mente para ser mejor?
Tenía cerca de 10 años cuando empecé a reflexionar sobre mi existencia, estaba en un viaje familiar; era mi primer viaje fuera de Perú. Era de noche y estaba posando para una foto mientras ponía cara de “apúrense en tomar esa foto de una vez” cuando empecé a recordar el vuelo en el que había llegado ahí y traté de imaginar la distancia que había entre Lima y Miami. Recuerdo que pensé: “vivo en una casa en Lima y estoy a muchísimos kilómetros de distancia; allá en Lima hay personas que me quieren y en unos días tomaré otro avión que me llevará de regreso…” Me quedé parado mientras los demás siguieron caminado, cerré los ojos y traté de “sentir mi existencia”, en otras palabras traje conscientemente mi mente al momento presente y lo disfruté. Sé que es algo extraño en un niño de 10 años. No sé si es coincidencia que empecé a tener sueños lúcidos desde entonces, esos en los que sabes que estas soñando y hasta los puedes controlar. Hoy tengo mucho más dominio de eso. Mi curiosidad por el poder de la mente empezaba a despertar.
Fue en los últimos años del colegio en los que me costaba mucho volver a dormir, me despertaba en la madrugada y por más que trataba de volver a conciliar el sueño, siempre veía la luz del sol entrar por la ventana, luego entraba el canto de los pájaros y al rato ese horrible despertador me indicaba que era hora de levantarme. Un día de esos en que no había dormido mucho, estaba en casa de un amigo esperándolo en el escritorio de su papá, donde había muchos libros. Siempre me han gustado los libros así que empecé a ojear los títulos y uno de ellos decía “Control Mental”. Llamó inmediatamente mi atención, primero pensé que servía para controlar la mente de los demás (que genial sería) pero me di cuenta rápidamente que era para controlar la mente PROPIA y fue aún mejor. Había un capítulo sobre cómo dormir bien y soñar con lo que uno desee. Cuando mi amigo llegó le dije seriamente: “Tengo que leer este libro”. Felizmente no dudó en prestármelo.
Con ese libro aprendí sobre cómo el cerebro tiene distintos estados que eran posible medir (en ciclos de pulsaciones por segundos) según qué tanta actividad tienes: desde profundamente dormido hasta muy alerta o alterado. Comprendí que dormir era llevar esos ciclos por segundo a un determinado valor quitándole la estimulación externa (luz, ruidos, etc) e interna (preocupaciones del pasado o del futuro). Practiqué mucho entrando en estados de relajación concentrándome únicamente en mi respiración combinado con otras técnicas. El primer cambio que noté en mi vida fue que el problema de volverme a dormir rápidamente estaba totalmente solucionado.
Descubrí que por más que tu habitación esté totalmente en silencio, si en tu cabeza hay mucho “ruido” eso afecta tu sueño y tu nivel de energía durante el día. Cuando aprendes a callar ese ruido puedes escuchar la sabiduría que hay dentro de ti como pensamientos e ideas geniales. Puedes sentir una paz que realmente empieza a mejorar tu vida en muchos aspectos con beneficios ahora felizmente comprobados con las neurociencias. Es así que descubrí la meditación y el poder de la mente.
La universidad me llevó nuevamente al estado zombie o piloto automático, donde la preocupación por pasar mis cursos y mi vida social ocupaban toda mi mente. Nuevamente me desconecté. Fue justo al terminar mi carrera cuando conozco a una persona muy espiritual que me recomendó otro buen libro y mi investigación sobre la mente y el espíritu no se ha detenido desde entonces. Esta investigación de más de 10 años, sumada a lo aprendido en mi entrenamiento de coach con programación neurolingüística (PNL) y los fundamentos científicos que estudié en un Diplomado de posgrado en Neurociencias, me reconectaron a mi propósito de enseñar a las personas no solo a dormir mejor sino a vivir mejor y a alcanzar sus metas y sueños de una manera consciente y programada.
¿Por qué a unos les va bien en la vida y a otros no? ¿Por qué algunos logran lo que quieren y otros no? ¿Por qué las personas pierden la salud por causa de estados emocionales alterados? Todos buscamos crecer como personas pero muchos enfocan ese crecimiento en sus habilidades cognitivas y sociales, en crecer en sus carreras y acumular cosas, sin darse cuenta que todo empieza con el poder de sus pensamientos y creencias y que son estos los que dirigirán el camino de su vida. Estos pensamientos y creencias son como programas mentales que si no están bien estructurados debido a malas experiencias desde pequeños los llevarán a una vida a la cual temen y no a la cual desean.
No somos responsables de todas las experiencias y programas que recibimos de niños pero sí somos responsables de trabajar en ellos para ser mejores. De tal manera, es fundamental incluir el aspecto mental en el trabajo de tu desarrollo personal. Cuando estudias la mente a profundidad comprendes que esa mente debe estar conectada a algo que te sirva, pero hemos crecido aprendiendo a conectar la mente con el temor y con el ego, que es ese personaje que me he convencido que soy. Lo peor es que muchas veces y sin darnos cuenta retransmitimos esa información a nuestros niños. ¿A qué debo conectar la mente entonces para ser mejor? Esa pregunta me llevó al estudio de la parte espiritual del ser humano.
Independientemente de qué religión tengas o cual sea tu fe, si sabes que eres más que tu cuerpo, que en nuestro Ser hay una energía que nos da vida (porque los muertos también tienen cuerpo) y esa energía de algún modo nos conecta a todos y a todo y que además en esa energía está la naturaleza de bondad y de amor que hay en las buenas personas y en los grandes líderes; estás entonces hablando de Inteligencia Espiritual, un concepto científicamente estudiado así como su relación con el bienestar y la felicidad.
Descubrí entonces al estudiar la Inteligencia Espiritual que es a esa inteligencia a la que debemos conectar la mente para crecer, para tener mejores relaciones, para cuidar mi salud, para auto-motivarme, para encontrar mi propósito y explotar mi verdadero potencial para alcanzar el éxito. Desconectando la mente del miedo y conectándola al amor y la sabiduría de tu espíritu, de tu esencia, es que nos encaminamos a manejar mejor nuestras emociones y la de los demás, a tener una vida mejor con mucha mayor probabilidad de éxito y felicidad, que es lo que buscamos en la vida. Es una tarea nada fácil y es mejor si alguien te ayuda a hacerlo.
Integrando las herramientas del coaching, las neurociencias y los estudios de la inteligencia emocional y espiritual es que se desarrollan los programas de Vidan para todas las personas, encontrando equilibrio en la vida personal y profesional, enseñando a aplicar estas herramientas en sus actividades y relaciones personales, laborales y sobretodo con uno mismo.
No es posible hablar de un desarrollo integral del Ser Humano sin incluir los tres componentes del Ser: cuerpo, mente y espíritu. Reconociendo la mente como el regalo que puede ponernos en aprietos o ponernos en la cima según como aprendemos a utilizarla y a qué la vamos a conectar: al miedo y a la negatividad o al Amor y al Positivismo que ya está en nuestro interior. Te invito a trabajar en tu mente y conectarla al poder de tu espíritu, de tu energía, de tu esencia porque esas preguntas que siempre están en nuestra mente: ¿Cómo puedo ser mejor persona? ¿Cómo puedo ser mejor profesional? ¿Cómo puedo ser mejor padre? ¿Cómo puedo ser mejor jefe? ¿Cómo puedo ser mejor pareja? ¿Cómo puedo ser mejor líder? ¿Cómo puedo ser más exitoso? ¿Cómo puedo ser más feliz?… Se responden solas cuando tienes claro Qué deseas lograr, realizas un plan para lograrlo y sobretodo conectas la mente al corazón, al amor que siempre ha estado dentro de ti. Así seguirás con pasión y sabiduría ese plan de acción considerando siempre el bienestar de todos; porque como le escribió Albert Einstein a su hija en esa hermosa carta: ¨el amor es la única y última respuesta¨
Ing. Fernando Canales López.
Coach con PNL- Neuroeducador
Director Gerente de Vidan.
993305663